Universo animal | gatos |
Un gato que se ha quemado accidentalmente con agua hirviendo ya no se fía ni del agua fría. Cuando una persona ha sufrido un disgusto, se vuelve desconfiada como el gato.
En principio se refería al perro escaldado por agua hirviendo lanzada desde una ventana, que luego tenia miedo de salir cuando llovía. El proverbio ha tenido luego como personaje el gato. Pero, en realidad, se trata del hombre. El ser humano conserva el recuerdo de una experiencia desagradable que ha tenido y saca de ello conclusiones de prudencia.