Las palomas tienen un gran sentido de la orientación, lo cual les permite regresar siempre a su nido y que sean domesticadas para convertirlas en palomas mensajeras.
Las futuras palomas mensajeras son seleccionadas entre las especies mejor dotadas para el vuelo y educadas progresivamente para efectuar largos recorridos. De esta forma consiguen llevar a sus nidos los mensajes encerrados en el minúsculo estuche que se fija a una de sus patas. Siguen siempre el mismo trayecto. Egipcios y romanos se sirvieron de las palomas mensajeras, las cuales, en algunos concursos, han llegado a recorrer más de 900 kilómetros a una velocidad de casi 100 por hora. En las últimas guerras, las palomas mensajeras se encargaron de mantener comunicaciones indispensables y transportaron mensajes de combatientes cercados por el enemigo. Las palomas son fáciles de domesticar y tan prolíficas que acaban por crear verdaderos problemas en las ciudades.
Paloma mensajera
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