La llama, curioso animal doméstico, frecuentemente llamado el camello de América, vive en las montañas de América del Sur, en especial en Bolivia y Perú.
La llama pertenece a la misma familia que los camellos, aunque se parece poco a éstos. Tiene las dimensiones de un ciervo. La llama es un animal útilísimo para el campesino peruano. En primer lugar como bestia de carga: puede transportar 30 o 40 kilos a lo largo de una veintena de kilómetros. Además proporciona su carne, de aspecto y sabor parecidos a la de cerdo, y una leche muy apreciada, aunque poco abundante. Por otra parte, su lana se hila y teje. La llama, al igual que el camello, no tiene muy buen carácter; si se la maltrata o inquieta, replica vivamente lanzando tremendos salivazos.