El Diplodocus fue uno de los dinosaurios más grandes que ha caminado sobre la Tierra, e igual que el Brachiosaurus, pertenecía a un grupo de dinosaurios llamados saurópodos. La apariencia del Diplodocus era extraordinaria con su largo cuello y cola, y una cabeza que era muy pequeña en proporción con el resto de su cuerpo. Este tipo de cuerpo se adaptaba a su estilo de vida perfectamente. Podía alimentarse de las copas de árboles muy altos, como de ciertas coníferas que crecían en aquella época. Su pequeña cabeza le permitía ramonear por entre la vegetación en la que pocos dinosaurios podían llegar. Este tipo de alimentación necesitaba un tipo especial de cuello, uno que fuera fuerte, ligero y flexible, con el fin de subir y bajar con facilidad. Después de haber consumido la vegetación de una zona completa, el Diplodocus tendría que buscar con sus compañeros, nuevas zonas de alimentación. Si el Diplodocus era amenazado por un dinosaurio carnívoro, su única defensa hubiera sido su enorme y larga cola que utilizaría como látigo.