A la tortuga mordedora común se la encuentra en la mitad oriental de los Estados Unidos. La otra especie, la tortuga aligátor, se halla restringida a este país, desde Illinois a Texas y, en dirección este, hasta Florida. La tortuga aligátor es una de las mayores entre las que viven en agua dulce, y suele alcanzar hasta 90 kg de peso, no habiéndose confirmado otros pesos (de hasta 180 kg) anunciados en alguna ocasión. El caparazón de la tortuga aligátor alcanza hasta casi 1 m de longitud, y presenta prominentes quillas. A diferencia de la tortuga mordedora común, sus ojos están situados a cada lado de la cara.
Belicosas en ocasiones
Las tortugas mordeduras son más acuáticas que la mayoría de las que viven en agua dulce, y pasan casi todo el tiempo en ciénagas, ríos y lagos. Las tortugas aligátor son muy tranquilas y prefieren caminar por el fondo a nadar y, cuando se las molesta en el agua, no tienen otra idea que huir. Las tortugas mordedoras sólo son agresivas en tierra; la especie común, en particular, es capaz entonces de atacar al enemigo. Las tortugas mordedoras invernan, aunque a veces suelen verse nadando en los lagos, por debajo del hielo, en pleno invierno.
La tortuga mordedora común busca activamente su comida, que consiste en plantas, carroña, insectos, peces, ranas, patitos y ratas almizcladas jóvenes. Captura a la presa viva con un rápido impulso de la cabeza, cerrando las mandíbulas sobre aquélla y despedazándola luego con la boca y las garras. La afición a comer peces crea a menudo a las tortugas mordedoras conflictos con los pescadores y con los dueños de piscifactorías. La excesiva abundancia de tales tortugas en un estanque puede provocar merma de la fauna piscícola, aunque algunos estudios han demostrado que el efecto devastador que se les atribuye es, a menudo muy exagerado. No obstante, en muchos lugares las tortugas mordedoras son capturadas a causa de sus supuestas depredaciones o para ser convertidas en "sopa".