El nombre anfibio proviene de amphi ("de un lado y otro") y bio (significa vida); por lo tanto, alude a la característica de vivir en dos ambientes: agua y tierra. Muchos de los anfibios adultos se desarrollan bien en el ambiente terrestre, pero siguen dependiendo del agua, por ejemplo, para reproducirse o hidratar su piel, a través de la cual muchas especies realizan parte de la respiración. En muchas especies, tanto machos como hembras liberan sus gametos en el agua, donde ocurre la fecundación y el desarrollo de las primeras fases del ciclo de vida. A otras especies más adaptadas a la vida terrestre les basta con dejar sus huevos en lugares húmedos e, incluso, algunas pueden desarrollar los huevos al interior del cuerpo, no dependiendo del agua.
Los anfibios experimentan metamorfosis, pasando de la etapa larvaria a la etapa adulta. En las especies que se desarrollan en el agua, las larvas respiran por medio de branquias. Mientras que los adultos que viven en tierra respiran a través de pulmones y la piel.
Los anfibios se clasifican en tres órdenes: Urodela (salamandras), Anura (ranas y sapos) y Apoda (cecilias).