El topo no sobrevivirá más que unas pocas horas sin comer; cuando las lombrices de tierra, su principal alimento, son abundantes, puede almacenarlas. Muerde el extremo de la cabeza de la lombriz, la arrolla en un nudo y la pone en una cavidad del suelo. Estos depósitos contienen cientos, a veces miles, de lombrices de tierra. Si el topo no las necesita, al cabo de un tiempo aquéllas regeneran sus extremos cefálicos y se van. Cuando come una lombriz, el topo la mantiene tendida con sus garras anteriores, abrazando el cuerpo con las patas posteriores, bastante separadas, y se la come desde su extremo delantero hacia atrás. Come también lombrices de tierra, alacranes cebolleros y larvas de escarabajos.
