El axolote fue parte de la dieta de los aztecas. Contra todos los pronósticos ha sobrevivido en las contaminadas aguas del Lago Xochimilco, una pequeña Venecia donde los trajineros, una especie de gondoleros, pasean a los turistas sobre botes coloridos y simpáticos.
Pero los científicos están apresurados por salvar a esta salamandra de unos 30 centímetros de la extinción, debido a que el lago se está drenado lo que deteriora la calidad del agua. Pero el golpe final para ellos, quizá sean los peces no nativos que han invadido su habitat, compitiendo por el alimento, y aparte, devorando a sus crías.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza incluye al axolote en su lista anual de especies en peligro, mientras algunos investigadores dicen que podría desaparecer dentro de escasos cinco años. Otros están luchando por santuarios para el axolote en canales libres de especies invasivas, y otros más están considerando repoblar Xochimilco con axolotes criados en cautiverio.