El canto del cardenal

   Los cardenales son aves populares, no sólo por su brillante plumaje rojo, sino también por su canto persistente. Cantan durante casi todo el año, y lo que es más notable, la hembra canta igual que el macho. La semejanza de ambos cantos es tal, que los sexos no pueden distin­guirse solamente por la voz.
   En Tennessee (donde crían desde abril hasta agosto), el claro y silbante canto del macho puede oírse ya en enero o febrero, cuando el suelo está todavía cubierto de nieve. La hem­bra empieza a cantar en marzo y, al igual que el macho, continúa durante todo el verano y el otoño, ocasionalmente incluso hasta noviem­bre o diciembre.
   La melodía es muy variada; consta de com­binaciones de notas, que se han descrito como los silbidos de una persona llamando a un perro. Se sabe de un cardenal macho que emi­tía 28 tipos de canto, formados por diferentes combinaciones de sílabas. Es muy conocida una melodía apacible, llamada canto menor, que puede oírse durante la época de celo, de febrero a abril.
   El habitat del cardenal varía entre las regio­nes húmedas y 'el desierto. En las áridas islas Tres Marías, frente a México, las aves deben beber cada mañana 'el rocío antes de que se evapore, y se ha visto a los cardenales beber en las depresiones formadas en la base de las hojas. Prefieren los bosques abiertos con claros o el matorral mixto del borde de los bosques. En los jardines suburbanos, donde pueden ha­llar tanto árboles como espacios abiertos, son muy abundantes.