Cangrejos araña o centollos


Generalmente letárgicos
Los cangrejos araña, que son carroñeros, sue­len ser de movimientos lentos y confían más en su ocultación que en la velocidad para su pro­tección. La pesadez de estos cangrejos y de algunos más suele vincularse con la presencia de un alto contenido de magnesio en su san­gre, a diferencia de los bajos niveles determi-nados en otros crustáceos más activos; las sales de magnesio son conocidas por sus propiedades anestésicas. Entre los animales marinos las sales de los líquidos orgánicos que se concen­tran, suelen disiparse en el medio líquido cir­cundante, a menos que existan mecanismos fisiológicos que lo impidan. La concentración de magnesio en la sangre de los cangrejos araña es muy parecida a la que se halla en el agua del mar, lo cual parece indicar que son incapaces de reducir tan alto nivel, a diferen­cia de lo que ocurre con el cangrejo de mar común, por ejemplo, que puede regular la composición salina de sus líquidos orgánicos hasta cierto punto. Ello explica que a los can­grejos araña les sea imposible penetrar en las aguas salobres de los estuarios.
El cangrejo de las laminarias (Pugettia pro­ducta) es rnás activo que la mayoría de los can­grejos araña, y se agarra fuertemente a los dedos de la persona que lo captura. Se en­cuentra en las playas pobladas de algas de la costa del Pacífico, desde la Columbia británica hasta la Baja California. No adorna delibe­radamente su caparazón, sino que cirrípedos y anémonas se adhieren a menudo a él, sin invitación previa. Es éste uno de tantos hechos curiosos, dignos de estudio.