La distribución de la carraca europea

   Las carracas son generalmente solitarias, y pueden ser vistas en sitios descubiertos como ramas de árbol desnudas, edificios, alambres telegráficos o saltando en campo abierto. Va­rias especies son migratorias y se trasladan de un lugar a otro, invernando en pequeños gru­pos. La carraca europea emigra hacia el sur: África tropical o África del sur, para pasar el invierno; el ave dólar de Australia emigra hacia el norte: Nueva Guinea e Indonesia; durante el viaje de retorno, algunas sobrevue­lan Nueva Zelanda.
La distribución de la carraca europea ha ido cambiando a lo largo de todo el siglo pa­sado. Hubo un tiempo en que era un ave bas­tante frecuente en Suecia. Hoy en día, sola­mente unas pocas crían en una localidad de tal país. Al mismo tiempo, sus visitas a las is­las británicas se han vuelto menos frecuentes. Se cree que esta disminución se debe a los ve­ranos más húmedos que ha sufrido el noroeste de Europa, lo cual ha reducido el número de insectos grandes de los que se alimenta la ca­rraca. Por otra parte, en Europa oriental la población ha aumentado ocupando nuevos territorios, debido a la intensa repoblación forestal que le ha proporcionado habitáis más apropiados.

Alimentación oportunista
Muchas carracas se alimentan de grandes in­sectos como saltamontes, escarabajos, polillas y mariposas. Los cazan al vuelo o se echan en­cima de ellos mientras están en el suelo; luego los llevan a una rama, sobre la cual los gol­pean. Algunas carracas cazan pequeños lagartos, pájaros y ranas, o incluso serpientes y escorpiones. Otras frecuentan los incendios forestales o de matorrales para cazar los in­sectos y otros diminutos animales que huyen de las llamas y el humo. El ave dólar a me­nudo caza de noche con los murciélagos.