Las curiosas estrellas de mar


   Las estrellas de mar no son peces, a pesar de que viven en el agua. Se llaman así por su forma, que se parece a los dibujos que se hacen para re­presentar las estrellas, aunque las verda­deras estrellas no tienen puntas y son es­féricas, como el sol.
   Cuando sale del huevo, la estrella de mar nada con facilidad. Pero pronto baja al fondo del mar y allí pasa el resto de su vida. Algunas veces se arrastra; otras, se queda quieta, y en ocasiones se entierra en la arena.
   El cuerpo de la estrella de mar tiene una especie de tubos llenos de agua, conec­tados con otros, situados en las "patas", que terminan en unos pequeños discos de succión. La estrella de mar usa los discos de succión de sus extremidades para mo­verse. También le sirven para respirar. Los
usa, además, para abrir las conchas de las ostras y almejas que le sirven de aumento.
   La boca de la estrella de mar está en la parte ventral de su cuerpo. Tan pronto como logra abrir la concha de un molusco, ya sea la de una ostra o de una almeja, proyecta su estómago hacia afuera y se traga a la pequeña ostra o almeja que atra­pó. Come tantas ostras, que a veces arrui­na los criaderos de estos moluscos.
   Mucha gente cree que conoce las estre­llas de mar, pero lo que ha llegado a ver es solamente su esqueleto, que da una idea de la forma del animal. Una estrella de mar viva puede ser de colores brillantes.
La mayoría de ellas tiene cinco brazos, aunque algunas tienen más.
   Las estrellas de mar pertenecen a una familia de animales llamados equinoder­mos, un término científico que significa piel espinosa. La mayoría tiene púas agu­das, o espinas, en la parte externa de la piel. Los erizos de mar, los lirios de mar y los pepinos de mar, pertenecen a la mis­ma familia.