El peculiar castor de montaña


   El llamado castor de montaña (Aplodontia rufa) no es en realidad cas­tor ni vive especialmente en la montaña. Se le llama a veces "silbador" o "aullador", aunque tampoco silba ni aulla, y el término indio de "suelel", que también se le aplica, se refiere a la prenda del vestido nativo confeccionada con su piel, no al animal mismo. Es un roedor de cuerpo robusto, que llega a me­dir 40 cm de longitud, incluida la diminuta cola de apenas 3 cm. Su peso puede llegar a los 2 kg. El hocico es chato, los ojos y orejas pequeños, y el ancho cráneo aparece aplanado. La mandíbula inferior es grande y robusta, y la dentadura es insólita en el sen­tido de que las muelas crecen durante toda la vida. Las extremidades son cortas y las patas proporcionalmente grandes. Cada una presenta cinco dedos, sien­do los de los miembros anteriores comparativamente largos, ya que el animal los utiliza para cavar y asir. El corto y denso pelaje es grisáceo o de color canela, y a veces pardo, salpicado de pelos negros; la región ventral es algo más clara. En la base de cada oreja se distingue una mancha blanca.
   El castor de montaña, único miembro existente de su familia, vive en el extremo occidental de América del Norte, extendiéndose a lo largo de la costa del Pacífico desde el sur de la Columbia Británica hasta la bahía de San Francisco y, por el este, hasta las estribaciones de Cascade y Sierra Nevada. Se le en­cuentra desde el nivel del mar hasta los 2.300 m, aunque es más corriente en altitudes inferiores.