¿Cuándo vivieron los mamuts?


   Fue en Siberia donde se encontraron los primeros restos de ma­muts y la búsqueda de sus colmillos de marfil fosilizado se con­virtió en una verdadera industria durante el siglo XIX y principios del XX. Desde hace mucho tiempo los samoyedos y yakuts se de­dicaron a esta labor, utilizando el marfil de mamut para elaborar instrumen­tos de uso común. Se calcula que a finales del siglo XIX el número de estos paquidermos, cuyos colmillos fueron desenterrados, ascendía a 20 000.
   No fue mucho después de su descubrimiento que los científicos se interesaron por los restos de mamuts. Pero el transporte y movilización de estas enormes masas presentaba, y aún presen­ta, graves problemas. Por eso sólo cuatro esqueletos han podido ser llevados, y expuestos, a Europa. Uno de ellos se encuentra en el Museo de Historia Natural de París. Su gran tamaño, el aspecto del cráneo, la presencia de largos colmillos (hasta 5 m), el número y crecimiento de sus dientes, podrían coincidir con los mismos caracteres del elefante actual, particularmente el asiático; sin embargo, para los especialistas existen algunos detalles en los dientes y huesos del cráneo que permiten diferenciarlos.

Los mamuts son ubicados, junto con los elefantes actuales, den­tro de la misma familia: Bephantidae. Algunos problemas de paren­tesco con el elefante actual no han sido aún aclarados. El mamut se extendió por toda la Europa continental, desde Escandinavia hasta el sur de la Península Italiana. También ocupó el sur de Asia y América, penetrando a este último continente a través del Estrecho de Behring cuando estuvo congelado. Algunos restos fósiles encontrados en Siberia han permitido re­construir por completo al animal, y analizar el contenido de su estómago, lo cual ha facilitado el conocimiento de su régimen ali­menticio, así como también el tipo de vegetación que existía en su tiempo: abedules, sauces enanos, y gramíneas (que corres­ponderían a la tundra y estepa actuales). El clima debió ha­ber sido menos riguroso que en la actualidad, y sin duda los ma­muts emigraban en el verano hacia el norte, como lo hacen hoy los renos.
   Es al final de la última glaciación (hace aproximadamente 10 000 años) que los mamuts desaparecieron. Las pinturas ru­pestres, como las de las grutas de la Madeleine en Francia, ates­tiguan que el hombre y el mamut fueron contemporáneos.