Escarabajos bupréstidos

COLEÓPTEROS HORADADORES METÁLICOS DE LA MADERA

Casi todos los horadadores metálicos de la madera, o bupréstidos, son insectos vistosos. El dorso, de color cobre, oro, verde, azul o rojo, brilla con lustre metálico y suele estar ador­nado con intrincados dibujos de colores con­trastantes. Como su cuerpo es duro y los colores no se desvanecen, los emplean a menudo para decoraciones no sólo los nativos de las selvas tropicales, sino artesanos de todo el mundo. Dos de las especies más atractivas se denomi­nan escarabajos joya; los australianos los engar­zan para usarlos como alhajas.

Las especies de bupréstidos pueden ser cortas y aplanadas u oblongas y cilindricas. En los trópicos alcanzan gran tamaño —un coleóptero gigante brasileño mide más de cinco centíme­tros de largo— y son pequeños o medianos en las regiones templadas. La mayoría es tropical y casi todos viven en selvas. A los adultos les agrada tomar sol; puede encontrárselos en algún bosque oscuro, resplandeciendo en un pequeño manchón de luz solar.

Las larvas son ciegas y sin patas, con ca­beza pequeña y tórax grande y aplanado que suele confundirse con la cabeza, lo que da lugar a que la larva sea llamada horadadora de madera de cabeza achatada, o cabeza de martillo. La hembra adulta deposita los huevos en hendidu­ras de las cortezas de árboles que han sido dañados por el fuego o por sobreexposición a los rayos solares, como cuando se forma un claro en el bosque a causa de una tormenta o de la explotación forestal. Curiosamente, los incendios de bosques y el humo parecen excitar a. los bupiéstvdos, los que atacan a las personas, que se hallan combatiendo el fuego, mordién­doles, a veces bastante seriamente, manos, cue­llo o cualquier zona expuesta de la piel.

La familia no se limita a horadar troncos de árboles. Algunas especies atacan a las plan­tas herbáceas, y algunos muy diminutos, lla­mados comedores de hojas, horadan éstas.


OTROS COLEÓPTEROS
La familia meloidos incluye a la corraleja, que es muy conocida por los farmacéuticos. Otra especie, la cantárida (Lytta vesicatoria), se seca y pulveriza para convertirla en la prepa­ración farmacéutica de igual nombre.

Los coleópteros más pequeños son los perte­necientes a la familia ptílidos, que miden menos de 16 milímetros de largo. Se encuentran co­múnmente debajo de las cortezas desprendidas. A simple vista parecen ácaros, pero el micros­copio revela que son verdaderos coleópteros, pues poseen élitros y alas.