¿Cómo es el panal de las abejas?

EL PANAL

El panal es una construcción de celdillas que las abejas obreras preparan para alojar los huevos que pone la abeja reina y para almacenar la miel. Es comúnmente confeccionado con cera. Para construir el panal, las abejas jóvenes que tienen a su cargo este trabajo inician la construcción desde arriba, fijando las primeras escamillas de cera en el techo le la colmena; de este modo tienen la seguridad de pie la construcción será perfectamente vertical.

Una de ellas toma con las patas posteriores la cera que exuda su abdomen, se la lleva a la boca, la mastica hasta convertirla en una pasta y la adhiere en un determinado lugar del techo. Inmediatamente, otra abeja efectúa el mismo trabajo, poniendo su paletada de cera junto a aquella fijada por la abeja prece­dente. Una tercera la sigue y así sucesivamente son el trabajo de millares y millares de abejas, se va formando el panal. Lo maravilloso consiste en que tal construcción logre salir tan perfecta y tan exactamente calculada en todas sus partes.

Los matemáticos han aseverado que no sería po­sible construir un edificio de una solidez semejante, con mayor espacio disponible para las crías y para la conservación de la miel, consumiendo una menor cantidad de cera. Un famoso entomólogo francés, Antonio Ferchault de Réamur, planteó un proble­ma que se ha vuelto famoso con el nombre de "pro­blema de las abejas". Helo aquí: "Una celdilla con secciones hexagonales regulares termina con tres rombos iguales y con la misma inclinación; calcular la amplitud del ángulo menor de los rombos; para que la superficie total de la celdilla sea la menor po­sible". Tres afamados matemáticos, uno alemán, uno suizo y uno inglés, se consagraron a la solución del problema, y el resultado fue: 70° 32', ¡exactamente la medida que las ingeniosísimas abejas aplican en la construcción de sus celdillas! El hombre más sa­bio no podría sugerir modificación alguna en cuan­to a la construcción de su casa.

Suele ocurrir que las abejas inician la construc­ción de un panal en varios puntos del techo de su colmena. Se forman así dos o tres panales parciales que luego, al progresar el trabajo, se encuentran y sueldan entre sí. Pues bien, las celdillas de los luga­res de conjunción resultan, también ellas, perfec­tamente hexagonales e iguales que las restantes; eso quiere decir que las abejas no eligieron al acaso los varios puntos donde comenzaron el trabajo, sino que los calcularon minuciosamente, tomando en cuen­ta las distancias, previendo el punto de encuentro desde el condenso, en el vacío, de los varios rodeos del panal. Cómo las abejas llevan a cabo tales cálculos, sigue siendo uno de los misterios más sorprendentes.



SERVICIO DE LIMPIEZA Y... REPARACIONES
Las jóvenes abejas obreras inician su vida útil en calidad de adscritas a los servicios de limpieza y reparaciones de la colmena. Su misión consiste en recoger todas las partículas de suciedad del suelo, ya sea con las patitas o la boca, y arro­jarlas fuera de la colmena. Cuando un insecto extraño consigue penetrar en la col­mena y cuando las abejas, después de haberlo muerto, no logran transportar el cuerpo afuera, momifican el cadáver para evitar que se descomponga. Para este embalsamamiento las abejas utilizan la resina especial denominada propóleos. Se ha comprobado recientemente que el propóleos, usado desde tiempo inmemorial co­mo un medicamento por el hombre, posee cualidades propias de un antibiótico, como la de ser capaz de detener el desarrollo vital de los gérmenes.


AIRE ACONDICIONADO
He aquí unas abejas "ventiladoras". Efectivamente, en todos los panales se pueden ver grupos de abejas que, cuan­do el calor del sol se vuelve excesivo, hasta el punto de amenazar derretir la cera con la cual se hallan construidas las celdillas, se colocan hacia la entra­da, tanto como sobre todas las paredes o junto a los panales, y agitan rápi­damente las alas.

Esta tarea de ventilación se realiza también cuando el aire es húmedo y se necesita mayor sequedad para la transformación del néctar en miel.


LA ENJAMBRAZÓN
Con mucha frecuencia, en los comien­zos de la primavera, el nacimiento de nuevas abejas hace que el enjambre resulte demasiado numeroso, hasta el punto de que en la colmena exista hasta tres y cuatro veces la cantidad de abejas que puede contener. Las abe­jas se encuentran incómodas. Si entre los recién nacidos existe una reina se produce una enjambrazón. La vieja abeja reina, encabezando una conside­rable cantidad de abejas, abandona la vieja colmena. El nuevo enjambre parte para establecerse, con frecuen­cia, a poca distancia de la colmena en la cual viviera hasta entonces, y de la cual hace donación a la generación que acaba de nacer... La abeja rei­na, tras un pequeño vuelo, va a posarse sobre la rama de un árbol y todas las obreras se aglomeran a su alrededor.