El linsang, experto en escabullirse

Universo animal | linsang |  Cuando un zorro está al acecho de su presa o cuando trata de escapar a la persecución de los perros, hunde su cuerpo entre las paletillas y corre con el vientre rozando casi el suelo. Con el cuello y la cabeza estiradas horizontalmente hacia delante, el zorro se oculta, des­apareciendo casi por completo en el surco de un campo arado. Ginetas, civetas y mangostas han perfeccionado todavía más este ardid gra­cias a su cuerpo más largo, patas más cortas, y la facultad de estirar el cuello casi una mitad más de su largura normal. Pero el linsang es el campeón: consigue resultados todavía me­jores que ginetas y mangostas. Escabullándose velozmente entre la hierba, con el cuerpo en­cogido entre sus cortas patas, la delgada y afilada cabeza estirada hacia delante y mante­niendo la cola tiesa y horizontal, el linsang causa la impresión de ser una serpiente algo gruesa que avanza hacia su presa deslizándose con sor­prendente celeridad.


Linsang manchado (Prionodon pardicolor)



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