El elefante salvaje y el domado

Universo animal | elefantes | Con su peso y su fuerza, el elefante es el rey del mundo animal. Su potencia se complementa con una notable compren­sión, por lo que está considerado como uno de los animales más inteligentes. Con su capacidad de adaptación y su ingenio, puede realizar numerosas tareas, tanto en estado salvaje como al servicio del hombre.
   El elefante puede arrodillarse. Esto le permite levantar grandes pesos y faci­lita al hombre el montarlo. Ya se domesticaba hace más de dos mil años, habiéndose empleado en los con­flictos bélicos como medio de transporte. Todavía durante la Segunda Guerra Mundial el ejército inglés lo utilizó para el traslado de tropas. Los elefantes domésticos son, por lo general, asiáticos. En los países del sud­este de Asia resultan indispensables en las tareas forestales. A través de los intrincados bosques de teca, trasladan los troncos hasta los ríos, donde son transportados por la corriente. Para cap­turar elefantes salvajes se emplean otros
 domesticados, que los conducen hasta el interior de una empalizada.
   Los colmillos del elefante son muy co­diciados. Por su elasticidad, el marfil se presta muy bien a ser torneado y pu­lido, utilizándose, p. ej., para fabricar teclas de piano, bolas de billar y objetos artísticos. Los colonizadores blancos lle­varon a cabo, sobre todo durante el siglo XIX, una auténtica guerra de ex­terminio contra el elefante africano. Ac­tualmente, la supervivencia del elefante está menos amenazada. En muchas zo­nas de África su caza está prohibida o reglamentada. La cámara fotográfica ha reemplazado al rifle, y el antiguo ca­zador de animales salvajes participa ahora en safaris fotográficos.