El capuchino, un mono inteligente


   Los capuchinos son estrictamente arborícolas; los capuchinos llorones, al parecer, abando­nan los árboles únicamente para beber. Viven en manadas que van desde un pequeño grupo familiar hasta colonias dispersas de unos 40 in­dividuos. Cada grupo sigue caminos regulares a través de la selva, y posee una zona de dis­tribución pequeña pero regular, que puede sobreponerse a las áreas de otros grupos. A ve­ces varios grupos de capuchinos comparten una misma pista, utilizándola en momentos distintos. El grupo se mueve por entre los árboles en fila india y en orden regular. Primero van los jóvenes de edad mediana, de ambos sexos, seguidos por las hembras adultas y por los machos adul­tos; las hembras con crías cierran la marcha.
   En algunos casos, los capuchinos compiten en inteligencia con los chimpancés, y esta cua­lidad explica en gran parte la popularidad de los capuchinos en los parques zoológicos. Por otra parte, tam­bién en los laboratorios demuestran su pers­picacia al resolver problemas, en vez de em­plear interminables tanteos. Los capuchinos utilizan palos para atraer alimento hacia los barrotes de sus jaulas, y consiguen fruta suspendida fuera de su alcance, poniendo una caja bajo la misma y trepando sobre ella. También resuelven es­pontáneamente sus problemas. Un capuchino tenía la costumbre de arrojar cosas a la gen­te: al comprobar que no conseguía el efecto deseado, se subió a una silla para conseguir una trayectoria más alta. El mismo mono aprendió a usar adecuadamente un martillo, y otro, cuando era demasiado viejo para rom­per con sus dientes las nueces de Brasil, las aplastaba con un hueso largo.
   También se ha comprobado que un capu­chino no necesita más de treinta segundos para descubrir cómo debe servirse de un torno o ca­brestante en miniatura. En una ocasión, se ató una banana en el extremo de la cuerda de un torno cuando una rata se hallaba cerca del mismo, y se pudo observar cómo el capuchino, recogiendo la cuerda, se apoderaba del fruto antes de que pudiera hacerlo la rata.

Dieta de fruta e insectos
La fruta es el alimento principal de los capu­chinos, y suelen irrumpir en las plantaciones de naranjas, maíz y cacao. Los capuchinos comen también retoños y hojas, así como pequeños animales. Los insectos, en especial las mariposas, son ca­zados al vuelo, y los pájaros y mamíferos pequeños son asimismo sometidos. Levantando cortezas de árbol extraen arañas y larvas. Los frutos duros, las nueces, los escarabajos y los huevos de aves son golpeados contra las ramas por los capuchinos, hasta que se reblandecen o se hienden.