¿Cómo debemos alimentar a nuestros perros?

  Los dientes del perro son dientes de carnívoro, al igual que los de su primo el lobo y el coyote. Por consiguiente, cuanta más carne le demos, más rebosante de salud vivirá el perro en nuestra casa. Sin embargo, también se le puede admi­nistrar una alimentación mixta, es decir, dos tercios de carne y un ter­cio a base de verdura. Aparte la verdura, hay que darle carne de buena calidad, cruda o co­cida y cortada a trozos, hígado (el pulmón y el bazo son alimentos sa­nos pero poco nutritivos), entrañas, pescado hervido sin espinas, pollo o conejo, leche, caldo que no sea salado, queso a trocitos o bien ra­llado y, de vez en cuando, algún hue­vo crudo mezclado con la comida y alguna cucharada de miel. Por lo menos una vez a la semana debe comer un trozo de mantequilla, man­teca de cerdo o tocino sin sal: así, su pelo se conservará lustroso y bo­nito. Hemos de facilitarle así mis­mo algún que otro hueso para roer pues así se le reforzarán los dien­tes. Pero nada de huesos de pollo, conejo u otras piezas de caza, y tampoco sal en las comidas. En cambio, siempre será necesario adi­cionar vitaminas en gotas a la ali­mentación.
  Entre las comidas a base de verdu­ras son aconsejables: sopas de arroz condimentadas con aceite de oliva, sopas de verdura alternadas con sopas de arroz y leche, un poco de pan y pasta, zanahorias crudas y ralladas sobre la comida, de vez en cuando alguna fruta de pulpa (pera, manzana, plátano, ciruelas, higos, uva), y unas gotas de zumo de li­món o naranja en el agua.