1 Hay que asumirlo como un asunto familiar. Porque de lo que se trata es, precisamente, de la llegada de un ser que habrá de convertirse en un miembro más de la familia, y como tal deberá ser atendido, amado y educado de acuerdo con sus necesidades.
2 Definan la especie y el tamaño ideal de la futura mascota a partir de la cantidad de espacio y las condiciones con las que va acontar en el hogar. Eviten adoptar un animal que necesite de un hábitat específico que no puedan proporcionarle, o que poer su gran tamaño requiera de mucho espacio, o que por sus hábitos ponga en peligro la integridad de las personas, los muebles y demás pbjetos del hogar.
3 A la hora de elegirla, háganle más caso al corazón que al pedigrí. Una mascota no es tan valiosa por su aspecto físico como por su inteligencia, su simpatía, su manejabilidad y el amor que sea capaz de prodigar.
4 Pregúntense de antemano dónde podrán dejar el animalito cuando salgan de viaje. Si no tienen condiciones para llevarlo con ustedes y ningún miembro de la familia se quedará en casa, traten de prever si será posible contar con algún amigo o pariente que pueda atenderlo, o si podrán costearle la estancia en un hotel para mascotas.
5 No pierdan de vista que se trata de un asunto que habrá de generar gastos. Y ya no estamos hablando de eventuales visitas al veterinario, sino del presupuesto que deberá destinarse a alimentos, vitaminas, antiparásitos y demás productos que requiere cualquier mascota para crecer sana y feliz.
2 Definan la especie y el tamaño ideal de la futura mascota a partir de la cantidad de espacio y las condiciones con las que va acontar en el hogar. Eviten adoptar un animal que necesite de un hábitat específico que no puedan proporcionarle, o que poer su gran tamaño requiera de mucho espacio, o que por sus hábitos ponga en peligro la integridad de las personas, los muebles y demás pbjetos del hogar.
3 A la hora de elegirla, háganle más caso al corazón que al pedigrí. Una mascota no es tan valiosa por su aspecto físico como por su inteligencia, su simpatía, su manejabilidad y el amor que sea capaz de prodigar.
4 Pregúntense de antemano dónde podrán dejar el animalito cuando salgan de viaje. Si no tienen condiciones para llevarlo con ustedes y ningún miembro de la familia se quedará en casa, traten de prever si será posible contar con algún amigo o pariente que pueda atenderlo, o si podrán costearle la estancia en un hotel para mascotas.
5 No pierdan de vista que se trata de un asunto que habrá de generar gastos. Y ya no estamos hablando de eventuales visitas al veterinario, sino del presupuesto que deberá destinarse a alimentos, vitaminas, antiparásitos y demás productos que requiere cualquier mascota para crecer sana y feliz.
