Las abejas también son exigentes cuando se trata de escoger su comida.
En un estudio conjunto investigadores de la Universidad de Londrés y Cambridge Inglaterra, descubrieron que las abejas, al buscar polen y néctar para alimentarse, pueden distinguir la temperatura de una flor a partir de su color, y en este sentido ellas prefieren las más calientes con el objetivo de mantener el calor de su cuerpo.
Las flores tienen una variedad de sistemas para calentarse a sí mismas, algunas especies son termogénicas, es decir, producen su propio calor, mientras otras absorben la radiación solar de manera pasiva o por medio de un amplio rango de adaptaciones estructurales.
En un estudio conjunto investigadores de la Universidad de Londrés y Cambridge Inglaterra, descubrieron que las abejas, al buscar polen y néctar para alimentarse, pueden distinguir la temperatura de una flor a partir de su color, y en este sentido ellas prefieren las más calientes con el objetivo de mantener el calor de su cuerpo.
Las flores tienen una variedad de sistemas para calentarse a sí mismas, algunas especies son termogénicas, es decir, producen su propio calor, mientras otras absorben la radiación solar de manera pasiva o por medio de un amplio rango de adaptaciones estructurales.
Fuente: University of London