Un fox terrier caminaba al lado de sus dueños cuando se metió en una situación muy precaria.
El perro, llamado Jonah por sus dueños, la familia Vargas de Frisco, Colorado, se liberó de la correa cuando un grupo de patos en un estanque le llamó la atención.
El estanque estaba congelado parcialmente. No fue hasta que el perro se había deslizado hasta la mitad del estanque que pareció darse cuenta de que estaba patinando sobre hielo delgado.
"Estaba corriendo y de repente simplemente se detuvo", dijo el dueño de Jonah, Rod Vargas. "Creo que nuestro perro miró hacia abajo y se dio cuenta de dónde estaba."
Vargas, junto con su esposa, Michelle, y su hijo de 12 años de edad, Andrew, tomaron la decisión de pedir ayuda en vez de tratar de rescatar el perro por ellos mismos.
"Tenían miedo de que el hielo no aguantaría el peso de ellos", dijo Tracy LeClair, oficial de información pública de la oficina del sheriff. "Así que hicieron lo más inteligente y llamaron al 911."
Un oficial de control de animales llegó a la escena primero, posteriormente seguido por el sargento Cale Osborn, miembro de la Unidad Especial del Departamento de Operaciones, que venía equipado con un traje seco que le permitiría sobrevivir en caso de que cayera en el agua.
Osborn empujó una vara de más de 3 metros hacia Jonah para tratar de persuadirlo a que se moviera hacia la orilla. Como el perro no se movió, Osborn se metió en el estanque hasta que fue capaz de conseguir que Jonah se deslizara de nuevo hacia la orilla junto con él.
Jonah, que afortunadamente no sufrió lesiones, se reunió con la familia Vargas, que no tenía nada más que elogios para el rescatador de su mascota.