El águila calva selecciona coníferas o árboles de madera dura donde construir su nido, estos árboles deben tener una buena visibilidad, una estructura abierta y estar cerca del alimento.
También es importante que la zona tenga grandes árboles que rodeen un cuerpo de agua.
Las águilas calvas construyen los nidos más grandes entre las aves de América del Norte, los cuales pueden alcanzar hasta 1,80 m de ancho y una tonelada de peso.
Un nido de águila calva que se encontró en la Florida tiene el récord como el de mayor tamaño jamás construido: 6 metros de largo, 2,90 metros de ancho y un peso de cerca de tres toneladas, equivalente al peso de un coche.
El águila calva se junta a su pareja de por vida, con la cual vuelve año tras año al mismo nido para incubar, reutilizando la base original y añadiendo a la misma cada año.
Como va pasando el tiempo, su nido se hace más grande y más elaborado.
La base original del nido puede tomar entre uno y tres meses para construirse.