Antes de que los europeos llegaran a Australia, casi todos los cuadrúpedos que vivían allí, pertenecían a las familias de los canguros y los koala. Esto es, la mayoría eran mamíferos con bolsa (marsupiales). En la actualidad, Australia está llena de conejos, gatos y perros lo mismo que de ovejas y ganado vacuno.
Aunque Australia es muy grande, estos animales importados no beneficiaron para nada a los marsupiales nativos, ya que cazaron, intensamente, a los canguros y a otros animales. Algunos marsupiales se hicieron tan raros que se han extinguido en la misma Australia, y sólo se ven, en raras ocasiones, en las islas cercanas de Tasmania. El lobo de Tasmania, el marsupial carnívoro más grande, puede también haberse extinguido ya, pero, el igualmente feroz, diablo de Tasmania, sobrevive aún.