El pez puerco espín, como su pariente cercano el pez soplador, se defiende cambiando de forma. Cuando son amenazados, estos pequeños peces tropicales introducen agua en sus cuerpos, provocando que se inflen formando una bola dura. De esta forma, el pez puerco espín hace que su cuerpo espinoso sea realmente un bocado lleno de púas, poco deseable para cualquier pez más grande que trate de tragarlo. Cuando ha pasado el peligro, el pez puerco espín expulsa el agua de su cuerpo y regresa a su forma ordinaria.