El habitat de estas aves es fácilmente reconocible a causa de las pilas de varios centenares de conchas vacías de caracol que se descubren inmediatamente debajo de sus ramas favoritas.
Los caracoleros acechan encima de las charcas y canales abiertos en las marismas, volando de un lado a otro y aleteando en suspenso, como una gaviota, antes de lanzarse para recoger su presa. Los caracoles permanecen bajo el agua durante los calores del día, pero salen para alimentarse de la vegetación acuática a primeras horas de la mañana y al ocaso, cuando los caracoleros se dedican a cazar.