Galanteo aéreo
Como otras falconiformes, los caracoleros practican el galanteo aéreo, elevándose a casi 100 m para dejarse caer a plomo con las alas plegadas, o efectuando acrobacias de giro y volteretas echando la cabeza hacia la cola. El nido es construido a pocos metros por encima de la superficie del agua, encima de un arbusto o de un macizo de juncos. Consiste en una basta estructura de rozo y ramitas, dispuesta en forma de copa y revestida interiormente de hojas o hierba.
El macho construye el nido por su cuenta, deteniendo su labor de vez en cuando para ir en busca de caracoles para sí mismo y para su compañera. Una vez terminado, el nido acoge 2 o 4 huevos profusamente manchados y moteados de castaño. Se cree que- ambos progenitores atienden a la incubación, y el crecimiento de los polluelos es rápido. A las tres semanas se han desarrollado la mayoría de sus plumas y, transcurridas otras dos, se encuentran ya listos para el vuelo. Sin embargo, permanecen junto a sus padres algún tiempo, después de haber abandonado el nido.
En Argentina los caracoleros anidan en colonias de 20 a 100 parejas, y en un lugar remoto se observó que los nidos se hallaban a pocos metros uno de otro, hecho insólito entre los falconiformes que, por lo general, suelen nidificar separada e independientemente.