El mochuelo es un ave rapaz nocturna que duerme de día. Cuando llega la noche, se despierta y echa a volar para buscar su alimento y cazar en la oscuridad. El grito que lanza el mochuelo se llama ululato.
El mochuelo no vuela más que de noche. Durante el día sus grandes ojos, dirigidos hacia adelante, están deslumhrados por la luz. Por el contrario, de noche ve muy bien y caza activamente. Ésta es la razón por la cual solamente oímos su grito por la noche, que es la manifestación de su actividad nocturna. Si añadimos a esto que su vuelo es pesado y silencioso, se comprende que las antiguas supersticiones lo consideraran un signo de mal augurio.
En la mitología griega el mochuelo era el animal sagrado de la diosa Atenea, de la cual toma su nombre científico (Athene noctua), y símbolo de la ciudad de Atenas. Por ello, muchas monedas acuñadas llevaban en su reverso la imagen de esta ave. Hegel adoptó en el siglo XIX la imagen del mochuelo como metáfora de la filosofía.