Universo animal | vida marina | Con el nombre de lapas se conoce a una serie de caracoles que, sin estar forzosamente emparentados de cerca, tienen dos características comunes. Se adhieren "fuertemente a las rocas u otras superficies, y poseen una concha de forma más o menos parecida a una tienda de campaña. La especie mejor conocida es la lapa común, y emparentadas con ella están la pequeña lapa de rayas azules, que se encuentra sobre algunas de las grandes algas pardas durante la bajamar, y la lapa de concha de tortuga (Acmaea tessulata). Las asúrelas o lapas de ojo de cerradura, como Fissurella rostaria, son llamadas así a causa del agujero en el apéndice de su concha cónica, y la lapa de hendidura
(Emarginula elongata) recibe su nombre por la ranura que tiene en su parte delantera. El sombrero chino (Calyptraea chinensis), que conserva vestigios de la espira, se clasifica dentro de un orden aparte, el de mesogasterópodos. Hay 13 especies de lapa en iguas ibéricas; lo son todas las de la clasificación excepto la última.
Ciertos parientes de los caracoles de agua dulce han evolucionado también independientemente hacia la forma de lapa; la frecuencia con que se advierte en filos tal forma se debe a la ventaja que proporciona para contrarrestar el efecto de las corrientes rápidas o turbulentas. Resulta particularmente ventajosa en litorales rocosos y batidos por el oleaje, y es en éstos donde la lapa común, se encuentra en abundancia. Bajo la protección de su concha estriada y cónica (que puede alcanzar hasta 7 cm de longitud), la lapa común tiene un pie ovalado de color grisverdoso con una amplia superficie adhesiva. En la parte anterior está la cabeza con sus tentáculos, que semejan orejas, cada uno con un ojo cerca de la base. Recubriendo el interior de la concha se encuentra la delgada capa de tejido que la secreta, y entre esa capa y el pie, hay muchas branquias pequeñas y ciliadas, y también tentáculos cortos.