Universo animal | peces | tiburones | El tiburón de gorguera vive en aguas profundas, en el Atlántico y en ambos lados del Pacífico, hasta una profundidad de 550 m. Pese al terrible aspecto de su boca no es peligroso para el hombre. En primer lugar, vive a mayor profundidad de la que alcanzan los buceadores y, además, se alimenta sólo de pulpos y calamares, según afirmó el destacado ictiólogo sudafricano J. L. B. Smith, "descubridor" del celacanto. Todos los dientes del tiburón de gorguera señalan hacia atrás, como los de una serpiente. La abertura de la boca es grande, y las mandíbulas son distensibles, también como en un ofidio. Por consiguiente, Smith no se extrañaba de que los japoneses compararan a este tiburón con un reptil, si bien le llamaron "lagarto" en vez de serpiente.
Smith suponía que una vez el tiburón de gorguera atrapa a su presa, ésta no tiene ya posibilidad de escapar. El tiburón la sujeta y la va engullendo lentamente; avanza "por encima de su víctima", dicho sea en frase gráfica. Este sistema de comer se presta especialmente para devorar pulpos y calamares, pero no tanto para comer peces cubiertos de escamas. Sin duda, los pescadores japoneses emplean calamares como cebo.
Dado que ningún tiburón de gorguera pescado hasta ahora tenía alimento en su estómago, o bien sólo una pequeña cantidad de restos medio digeridos, el profesor Smith suponía que, después de haber ingerido un gran calamar o pulpo, el tiburón de gorguera permanece tendido en el fondo, como una pitón atiborrada, y que no hace caso del cebo.
Una clave final en cuanto a sus costumbres de alimentación puede estar en sus ojos. Éstos, según el profesor Smith, pueden salirse un poco de las órbitas y girar hacia arriba; y sólo un animal, como el tiburón de gorguera, que vive en el fondo y tiene que mirar hacia arriba para buscar comida y defenderse de los enemigos podría necesitar semejante adaptación.