En estos primeros tiempos, los perros igual que lobos y chacales cazaban alimento para sí mismos aparte de aprovechar los restos dejados por otras carnívoros de mayor tamaño. También seguían al hombre prehistórico, recogiendo los restos de comida y los huesos que dejaban atrás. Los perros salvajes probablemente merodeaban alrededor de los campamentos de los cazadores por la noche y empezaban a ladrar si otras bestias peligrosas se acercaban. Estos ladridos eran como una advertencia para los cazadores, que pronto comenzaron a alimentar a estos animales para mantenerlos cerca como vigilantes. Los perros poco a poco pasaron a depender completamente del hombre para su alimentación.
A partir de esto vino probablemente la asociación hombre-perro en la caza. Debido a que los perros poseen unos sentidos de la audición y el olfato que son más agudos que los del hombre, se convirtieron en útiles para éste en la localización de pequeños animales que podrían ser capturados como alimento.
Al pasar los años, el hombre pasó a depender de su perro para una gran variedad de propósitos. No sólo era el perro su compañero, también su guardia, su pastor, su guía, su cazador, su perro perdiguero y su amigo.
Actualmente, los estadounidenses gastan al año casi cuatro veces la cantidad que gastan en comida para bebés.
Una persona que ha convivido con perros habrá notado que estos dan varias vueltas antes de acostarse, incluso en una alfombra dentro de la casa, porque esa es la manera en que los perros en la naturaleza utilizan para aplanar la hierba y hacerse de un lecho cómodo.