Esta bestia acuática tiene una glándula mucosa que, cuando el animal está asustado, nervioso o excitado, produce un líquido de color rojizo que es fácilmente confundido con sangre.
Este líquido aceitoso normalmente ayuda a evitar que la piel del hipopótamo se agriete y reseque bajo el sol caliente, pero las excreciones repentinas de la glándula también pueden servir para ahuyentar a los depredadores potenciales.