La mayoría de los anfibios, salvo unos pocos, tienen que pasar por el proceso de metamorfosis (cambio de forma). Actualmente existen cerca de 7.000 especies que pertenecen a esta clase de vertebrados. Hay tres tipos de anfibios conocidos por el hombre, que incluyen sapos, cecilias y salamandras. Las salamandras y los tritones, pertenecen al orden Caudata. Las ranas y los sapos pertenecen al orden Anura, y las cecilias están incluidas en el orden Gymnophiona.
Salamandras y tritones.
Estas fascinantes criaturas pertenecen a la familia Caudata, y se parecen a reptiles como los lagartos. Sin embargo, a diferencia de los reptiles, el orden caudata no tiene cuerpos escamosos ni piel dura. Estas criaturas tienen cuatro extremidades, piel lisa y una cola distintivamente larga. Se sabe que muchas especies son venenosas, lo cual se indica a través de su piel brillante y colorida.
A diferencia de otros anfibios como las ranas, son absolutamente silenciosos e incapaces de vocalizar.
También son carnívoros y usan su veneno para matar pequeñas presas como caracoles, insectos y gusanos.
Durante el estado larvario, la caudata desarrolla tentáculos esponjosos que le permiten respirar bajo el agua. Estas extensiones similares a las de las agallas se encogen y son reemplazadas por los pulmones cuando la criatura madura.
No todas las salamandras necesitan pulmones para respirar y algunas existen utilizando su piel como receptores de oxígeno.
Ranas y sapos
Pertenecientes al orden de los Anura, los sapos y las ranas representan más del 90% de todas las especies de anfibios.
Estas criaturas se distinguen por sus grandes ojos, su cabeza y sus fuertes miembros inferiores, que utilizan para saltar en lugar de caminar.
sapo
Los sapos tienen la piel verrugosa y áspera, mientras que las ranas tienen la piel más lisa, sin embargo esta diferenciación no está científicamente comprobada, y ha sido rechazada por muchos especialistas en el campo de la batiracología, el estudio de los anfibios.
rana
Las ranas ponen sus huevos bajo el agua, donde se produce la metamorfosis en 24 horas.
Las ranas tienen diversos métodos de vocalización, y algunas nacen con sacos bajo la garganta que ayudan a amplificar su graznido.
Las ranas macho suelen ser más pequeñas y delgadas que las hembras, lo que permite a los machos aferrarse a las hembras durante el apareamiento.
Las ranas también pueden oír bien bajo el agua, y son mejores para ver cosas que están a distancia. Sin embargo, cuanto más te acercas a ellos, más se oscurece su visión, convirtiéndolos así en presas fáciles para las serpientes y otros depredadores silenciosos.
Cecilianos
Las Cecilias pertenecen a la orden de Gymnophiona y se asemejan a gusanos y serpientes.
Estas criaturas ponen huevos en suelo húmedo, que se forman en larvas o en algunos casos eclosionan hasta convertirse en jóvenes vivos.
Las Cecilias tienen ojos que están cubiertos con un fino filamento de piel. Aunque esta capa de piel deteriora su visión, no deja a la criatura completamente ciega y le permite detectar sombras y luz.
Las cecilias tienen dos pequeños tentáculos a cada lado de la cabeza, que se utilizan para detectar los cambios químicos en el medio ambiente.
A diferencia de los gusanos, tienen dientes y huesos, y una cabeza muy dura que utilizan para hacerse paso en su hábitat.
Al igual que otros anfibios, ellos también tienen glándulas venenosas que utilizan para alejar a los depredadores.
Hábitat de los anfibios
Esta clase de vertebrados viven en varios ambientes. Sin embargo, la mayoría de las especies de anfibios requieren hábitats de agua dulce como pantanos, estanques, arroyos o ambientes húmedos para su reproducción. Algunas de las especies de ranas dependen de los charcos de agua que se recogen en las bases en forma de copa de las plantas o huecos de los árboles. Muchas de estas criaturas se han adaptado para sobrevivir en árboles, rocas, bajo tierra e incluso en los desiertos!
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