Los cernícalos son pequeños halcones que se encuentran en todo el mundo, excepto en la Antártida, y saben mantenerse en vuelo estacionario mientras exploran el terreno. En todos ellos el plumaje es de color castaño y gris, salpicado de motas negras en el macho y de un color pardorrojizo pálido en la hembra; ésta presenta además vetas o franjas negras en su plumaje.
El cernícalo vulgar se distribuye en numerosas razas por toda Europa, inclusive las islas británicas y Escandmavia, así como por Asia y África. Macho y hembra son de tamaño parecido, de 33 a 36 cm de longitud, pero así como en el macho adulto la cabeza es de color gris, en las hembras y en los individuos jóvenes es de color pardorrojizo, adquiriendo los últimos el color adulto a los dos años.
La especie americana (cernicalo yanqui) es muy parecida. Se considera ahora que el cernícalo menor, que mide aproximadamente unos 30 cm, se halla más bien emparentado con los halcones patirrojos. Existen varias especies en las islas del océano Índico y porción occidental del Pacífico y, entre ellas, el cernícalo de
la isla Mauricio, éste es el más raro de todos los halcones, pues hay menos de diez parejas. Los cernícalos más grandes son los pertenecientes a dos especies africanas, el cernícalo mayor y el cernícalo zorro. Ninguno de ellos permanece en vuelo estacionario, o lo hace muy raramente. Capturan insectos, reptiles y pequeños mamíferos.