De todas las abundantes clases de araña que existen, hay sólo una que desarrolla toda su vida en el agua. La araña acuática es semejante a las otras arañas en que respira aire, por lo que para vivir bajo el agua tiene que llevar el aire con ella. Llevan el aire bajo el agua en forma de una burbuja, o burbujas, de tamaño pequeño, para formar su gran nido subacuático de burbujas, o campana de aire.
Para formar su nido, en primer lugar, acomoda hilos de seda bajo la superficie del agua, atándolos a la maleza acuática. Después sube a la superficie y junta sus patas traseras, para atrapar entre ellas y su abdomen peludo, o parte posterior, una pequeña burbuja de aire. Después nada hacia abajo de nuevo, con el objeto de tomar un hilo de seda para adherir la burbuja de aire a él.
Este procedimiento se repite muchas veces, y en cada una de ellas la araña agrega una pequeña burbuja. Cada una de ellas se combina con las que se encontraban unidas a los hilos de seda, para formar una burbuja más y más grande. Siempre que sea necesario, la araña hila otro trozo de seda, para mantener su campana de aire en la posición exacta que escogió. Cuando ha terminado su campana de aire, se introduce en ella. La campana de aire no se rompe, porque se mantiene unida firmemente por medio de su red de seda. Después la araña espera a que un insecto acuático o cualquier otro nadador pequeño pase cerca, o se atore en los tirantes de seda que sostienen su nido. En el momento en que esto sucede, la araña sale de su campana de aire para atrapar a la descuidada víctima, que después arrastra a su nido de burbujas para comerla a gusto.