Existe la creencia errónea de que podemos ser el Alfa en una jauría de perros. Esto es biológicamente imposible. Los perros son lo que se conoce como conespecíficos lo que significa que realmente sólo pueden asociarse con su propia especie. A diferencia de las aves, los perros no se vinculan a lo primero que ven cuando nacen. Los perros saben cuando se encuentran con otro perro. Cuando se encuentran con un ser humano lo ven como una especie diferente, pero intrínsecamente vinculado a ellos como un recurso de gran valor.
Lo que es vital es que en vez de pretender de que somos el Alfa, debemos enseñar a nuestros perros que somos los controladores de los recursos y, como tal, ganarnos su respeto al estar en tal posición.