Universo animal | trilobites | En los antiguos mares que bañaban la Tierra en otras épocas geológicas, abundaban unos extraños crustáceos llamados trilobites, en los que el tamaño oscilaba entre el de una cochinilla de humedad y el de una langosta. Los trilobites vivían en número considerable en el fondo de los mares, en donde se encontraban infinitas variedades y especies. Corrieron los tiempos y acabaron estos crustáceos; por esto, los conocemos hoy únicamente por sus restos fosilizados, que se encuentran en las rocas de la era primaria o paleozoica, en todos los países de la Tierra.
El cuerpo de los trilobites estaba protegido por un caparazón, de un modo semejante a como lo está el de los crustáceos de nuestra época. Como estos animales, al crecer, mudaban su caparazón, que era reemplazado por otro nuevo.
Muchos de los fósiles de trilobites que hoy se encuentran en diferentes rocas son el resultado de la petrificación de los caparazones que han quedado abandonados en el fondo de los antiguos mares, después de las mudas. Estos extraños crustáceos estaban constituidos por una región anterior o cabeza en la que estaban los ojos; a continuación, seguía el cuerpo segmentado, formado por varias porciones llamadas metámeros o segmentos, dispuestos uno a continuación de otro; y por último, existió una región posterior o pigidio, que a veces, se prolongaba en un largo apéndice. El nombre trilobite que estos crustáceos reciben se debe a que su cuerpo está dividido en 3 lóbulos por dos surcos a lo largo, los cuales hacen que se advierta en ellos una porción central y dos laterales.
Los animales actuales vivientes más directamente relacionados con los trilobites son los cangrejos bayoneta o cacerolitas, que realmente no son crustáceos, aunque son de los más primitivos de los seres incluidos en el grupo de los artrópodos que viven en los mares. Los trilobites son crustáceos; se los incluye en el grupo de los artrópodos, juntamente con los arácnidos, en el que se incluyen las arañas y los escorpiones. El cangrejo bayoneta tiene una parte anterior en forma de escudo, en la que están los ojos, una intermedia, en la que se encuentran las branquias o aparato respiratorio, y una prolongación o cola que se ha comparado a una bayoneta. El nombre de cacerola o cacerolita se debe a que el crustáceo, en conjunto, tiene aspecto de tal, con su mango representado por la cola.