En cuanto a su aspecto general, el tarpón se parece al arenque, con el cual, está emparentado, ya que pertenece a una familia muy parecida, pero su tamaño es muchísimo mayor, pues llega a pesar hasta 175 kilos y suele tener alrededor de metro y medio de longitud. La armadura del tarpón de escamas redondas, plateadas, mayores que monedas de plata de a peso, le ha hecho acreedor al nombre de rey de la plata. Rara vez el tarpón se aprovecha como alimento, porque su carne no es muy sabrosa; sus escamas se guardan como recuerdo, y con ellas se hacen algunas raras chucherías.
El tarpón se encuentra en el Atlántico, desde Virginia hasta Brasil, y en el golfo de México. Su pesca constituye uno de los deportes más interesantes y divertidos. La estación más favorable para la pesca del tarpón es desde abril hasta noviembre. El tarpón se cría en las Antillas y desova en alta mar, aunque no lejos de la costa. Sus huevecillos dan nacimiento a larvas en forma acintada, semitransparentes, de 2 a 3 centímetros de longitud. Las corrientes y los vientos las empujan hacia la orilla, y los pececillos del tarpón, se reúnen en gran número en los esteros y estuarios; al alcanzar la madurez, retornan al mar. En busca de alimentos, nadan, a veces, en los ríos a contracorriente.
El nombre científico de este pez es Tarpon atlanticus. En algunos parajes, le dan el nombre impropio de sábalo, denominación que se ha generalizado en América. Pertenece a la familia de los elópidos, dentro de los teleóstomos. En otros tiempos, se incluyó al tarpón con la sardina y los arenques en la familia de los clupeidos.
Tarpón
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