Hay 57 especies ibéricas de libélulas. En español con frecuencia se usa su nombre como equivalente del orden de insectos odonatos, pero los miembros de este orden pertenecientes al suborden zigópteros tienen un aspecto externo muy distinto y de ellos nos hemos ocupado en otro artículo. Las libélulas actuales propiamente dichas se dividen en dos subórdenes muy diferenciados entre sí: los anisópteros (todas las especies más comunes) y los anisozigópteros (sólo 2 especies conocidas, una del Japón y la otra del Himalaya).
Como ocurre con sus parientes, los caballitos del diablo, las alas de las libélulas son por lo general transparentes e incoloras, pero pueden mostrar un leve tinte o dibujo, mientras que el cuerpo a menudo ostenta vivos colores. Se diferencia de manera notable de los caballitos del diablo en que su vuelo es rápido v poderoso. En realidad, resulta difícil calcular la velocidad que una libélula alcanza (variando ésta desde los 60 hasta los 100 km/h), pero lo que sí puede afirmarse es que la libélula se encuentra entre los insectos más rápidos. Las antenas de las libélulas son diminutas y los enormes ojos ocupan la mayor parte de la cabeza. Cada uno de éstos, que son compuestos, puede contener hasta 30.000 omatidios.
Libélula
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