La familia de los félidos es muy antigua. Muchas especies de gatos hace tiempo que desaparecieron. Una de ellas es el "dientes de sable" que existió en la Edad del Hielo.
Los felinos actuales son de diferentes tamaños. Aunque los hay grandes como el león y pequeños como el gato doméstico (Felis silvestris catus), todos ellos tienen características semejantes: patas almohadilladas en el extremo, lo cual les permite caminar silenciosamente, y garras afiladas que, con excepción del chita, pueden ocultar cuando no las usan.
Todos los gatos son carnívoros. Sus garras les sirven para atrapar a otros animales. Sus dientes son largos y agudos, y su lengua áspera les sirve para lamer los huesos quitándoles todo pedazo de carne. Los gatos generalmente cazan de noche. Se mueven lenta y silenciosamente hacia su presa para sorprenderla. Algunos gatos emplean tretas especiales. El leopardo espera pacientemente subido en un árbol hasta que pasa una víctima y se arroja sobre ella. Muchos jaguares trepan a una rama que se encuentra a poca altura del agua de un río o arroyo y extienden sus garras para atrapar a los peces.
Todos los gatos tienen largos bigotes que les sirven de antenas. Los ojos de los gatos, generalmente, son amarillos con pupilas alargadas. Durante la noche sus pupilas se agrandan y pueden ver en la penumbra. El oído de estos animales es tan fino que resulta casi imposible para los cazadores acercarse a ellos sin ser oídos.
Los felinos grandes, como los leones, los tigres y los leopardos, se encuentran principalmente en las zonas cálidas. Las especies más pequeñas se encuentran en casi todo el mundo, con excepción de las regiones cercanas a los polos.
Los gatos domésticos fueron domesticados bastante después que los perros y los cerdos, pero de todos modos hace mucho tiempo. Es probable que en Egipto se comenzara a domesticar a los gatos. Se tiene noticia de que hace más de 4,000 años existían gatos mansos en Egipto. En este país había gatos "sagrados".
Hoy día, si se desea un gato doméstico, se puede escoger entre diferentes razas. Los hay de pelo largo y de pelo corto.
Los gatos persas son de pelo largo y de diversos colores. Blancos, negros, de color amarillo rojizo y grises. Los hay con rayas o con manchas.
Los siameses son los gatos aristócratas de pelo corto. Son blancos cuando pequeñitos y al crecer, su pelambre adquiere un color grisáceo, con las patas, la cola, el hocico y las orejas de color café. Los ojos de estos animales son azules, en vez de ser amarillos como los de la mayoría de sus congéneres. Los gatos birmanos y los abisinios se parecen a los siameses.
Los manx, originarios de la isla inglesa de Man, son también de pelo corto pero carecen de cola. Los gatos comunes son de pelo corto. Su nombre correcto es "gatos domésticos de pelo corto". Muchos de ellos son moteados o con franjas ondulantes. Otros son blancos, negros, amarillos rojizos o gris azulados. Estos últimos se llaman malteses. Muchos de los gatos comunes tienen manchas de varios colores.
Los gatos son muy simpáticos como animales domésticos. Ningún otro animal, cuando pequeño, es tan juguetón como los gatitos. Los mayores no requieren de mucho cuidado. Saben cuidarse mejor que cualquier otro animal doméstico.
A los granjeros les gusta tener gatos cerca de sus graneros porque se comen las ratas y los ratones. Pero, por desgracia, también atrapan a los pájaros. A las personas amantes de las aves no les gustan mucho los gatos.
Las gatas cuidan mucho de sus crías. Los gatitos recién nacidos necesitan de cuidados. Sus ojos se encuentran cerrados. La madre los alimenta con leche como hacen todas las madres de los mamíferos; los baña restregándolos con su áspera lengua; está pendiente de que no se extravíen y, cuando tiene que cambiarlos de lugar, los alza de la piel del cuello con la boca.