Universo animal | mitos | serpientes | Mientras más se observa a las serpientes más interesantes parecen. Constantemente se descubren cosas nuevas acerca de ellas. Podrá uno cerciorarse así de que son falsas algunas de las cosas que se dicen de ellas.
He aquí algunos de los mitos corrientes y la verdad acerca de las serpientes: MITO: La serpiente granjera roba la leche a las vacas. VERDAD: La serpiente granjera no podría ordeñar una vaca. (La culebra granjera tiene dientes muy afilados. No podría ordeñar a la vaca sin morderla. ¡Ninguna vaca soportaría eso!)
MITO: Las serpientes son viscosas. VERDAD: Su piel es muy seca y muy limpia. Aun cuando acaben de estar en el agua se secan rápidamente.
MITO: Las culebras pican con la lengua. VERDAD: La lengua les sirve para llevar partículas a los órganos olfatorios que tienen dentro de la boca.
MITO: La serpiente madre se traga a sus hijuelos para protegerlos de sus enemigos. VERDAD: Si así lo hiciera, sus fuertes jugos gástricos indudablemente matarían a las culebrillas. Posiblemente alguien haya matado a una serpiente hembra que estaba a punto de dar a luz culebrillas vivas. Ignorando que algunas serpientes son vivíparas y no ovíparas, esa persona quizá haya creído que la serpiente se había tragado a sus hijuelos.
MITO: Hay una culebra de aro que para perseguir a la gente se pone la cola en las fauces y rueda como un aro. La punta de su cola también produce una picadura mortal. VERDAD: Ninguna serpiente se convierte en aro que ruede. Existe una serpiente que habita en el fango y que tiene una espina punzante en la cola, pero no es venenosa.
MITO: Las serpientes pueden hipnotizar a sus víctimas, fijándoles la mirada. VERDAD: Las serpientes parecen fijar la mirada porque no tienen párpados movibles y porque no pueden parpadear. A veces atrapan a su presa porque la acechan sin moverse, como si estuviesen hipnotizadas. Pero las víctimas permanecen quietas, porque en muchas ocasiones anteriores han evitado así que la serpiente se fije en ellas. La culebra no las hipnotiza.
MITO: La serpiente que ha sido muerta, en realidad no muere sino al atardecer. VERDAD: La serpiente muere cuando se le mata. Quizá continúe moviéndose un poco porque sus músculos siguen contrayéndose durante algún tiempo después de muerta.
MITO: La serpiente de cascabel no puede arrastrarse sobre una cuerda. VERDAD: Se arrastra sobre una cuerda con la misma facilidad que sobre el suelo mismo.
MITO: Puede saberse la edad de una serpiente de cascabel contando sus cascabeles. VERDAD: Los cascabeles se rompen fácilmente. Son muy pocas las serpientes de cascabel que conservan todos sus cascabeles hasta que mueren.
MITO: Hay una serpiente que se hace pedazos si se le golpea. Después, cuando su enemigo desaparece, se reintegra. VERDAD: Hay una lagartija de cola larga y sin patas que parece serpiente. (Pero sus mandíbulas no están divididas en el frente, como las de la serpiente. Además, sus párpados son movibles.) Esa lagartija —se le llama serpiente de cristal— tiene una cola que se rompe cuando se le sujeta por ella. La lagartija escapa y, al poco tiempo, le crece otra cola.
MITO: Las serpientes con pupilas verticales, como las del gato, son venenosas. VERDAD: Las víboras de foseta tienen ojos así, pero también los tienen otras serpientes inofensivas. Las coralillo, que son venenosas, tienen pupilas redondas.
MITO: Es posible saber si una serpiente es venenosa observando su cabeza triangular. VERDAD: Las víboras de foseta tienen la cabeza triangular, pero también la tienen así otras serpientes inofensivas.
MITO: Las constrictoras trituran todos los huesos de sus víctimas antes de tragárselas. VERDAD: Las constrictoras sólo oprimen a sus víctimas para impedir que respiren y posiblemente hasta que deja de latirles el corazón.
MITO: Es posible volver inofensivas a las serpientes venenosas arrancándoles los colmillos. VERDAD: Las serpientes tienen un par de alvéolos de los colmillos en cada uno de los lados de la mandíbula superior. Antes de que el colmillo viejo se caiga brota a su lado el nuevo para substituirlo. En algunas ocasiones, el colmillo viejo y el nuevo se encuentran juntos.