El pez sierra

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   Los pescadores de los mares de aguas cálidas encuentran de vez en cuando el cadáver de alguno de los pobladores del océano que flota en la superficie con el abdomen abierto en canal. Esto es obra del terrible pez sie­rra, que forma parte del grupo de las rayas, animal tan enorme, que algunas veces alcanza una longitud superior a 6 metros. La sierra del pez, es una prolongación aplastada de su hocico, cubierta por una piel gruesa y muy dura semejante a la de la lija. En sus dos bordes, puede haber hasta 25 pares de largos y afi­lados dientes, con los cuales, rasga la carne de sus presas. La cola del pez sierra es de una fuerza enor­me. La sierra de estos monstruos, una vez disecada, tiene hasta dos metros de longitud y treinta centí­metros de anchura en su base. Su boca, en cambio, débil y mal armada, se abre en la parte inferior de su cabeza, por detrás de los ojos, de igual modo que la de sus parientes los tiburones. Las aletas an­teriores del pez sierra son horizontales y únicamente sirven para mantener el equilibrio del pez en el agua. En mu­chos otros aspectos, su semejanza con los tiburones es grande.
   Se cuentan muchas leyendas acerca de estos pe­ces; en algunas, se dice que los peces sierra atacan a hombres o a barcos, pero todo se debe a que con frecuencia se les confunde con el pez espada, mu­cho más fiero y peligroso.
   Por lo general, el pez sierra lucha únicamente para atender a su subsistencia y casi nunca ataca a animales mayo­res que él. Se encuentra principalmente en mares tropicales o cálidos; algunas veces, asciende por los ríos, por lo cual, ha sido posible pescar algunos ejemplares en el curso bajo del Misisipí. El nombre científico del pez sierra americano es Pristis pectinatus. El pez sierra de los mares de Europa es el Pristis an­tiquorum. Pertenece a la familia de los prístidos, dentro del grupo de los batoideos, en el que se in­cluyen también las rayas y los torpedos.
   Se llama también sierra a un pez frecuente en la costa de México, del grupo de los escómbridos, que corresponde a la especie Scomberomorus sie­rra, pero que realmente está emparentado con la caballa y la macarela, muy estimado como alimento.