Universo animal | moluscos | lapas | La lapa común puede encontrarse en abundancia en litorales rocosos, desde aguas poco profundas hasta por encima de los más altos niveles de marea, siempre que las rocas estén salpicadas por el oleaje y en lugares sombreados. Además de resistir grandes fluctuaciones de temperatura, estos moluscos pueden vivir donde el agua del mar está grandemente diluida por el agua dulce. Las conchas de las que viven en las partes elevadas de la costa son más altas y más gruesas, especialmente cerca del ápice, que las que viven más abajo o en las charcas de marea. Las lapas se desprenden con gran dificultad, a menos que se las tome por sorpresa, y se ha comprobado que pueden soportar un peso de 2,5 kg sujeto a la concha.
Despensa prehistórica
La facultad de adherirse fuertemente a la roca no sólo les proporciona resistencia a la acción del oleaje, sino que también las protege de los animales depredadores. Sin embargo, constituyen el bocado favorito de los ostreros, y las ratas se las comen en gran cantidad... aunque, a veces, han sido atrapadas por el labio de la concha, y algunas aves se han quedado sujetas por las patas.
El hombre, en otros tiempos, hizo gran consumo de lapas, como lo evidencian las conchas halladas en los concheros prehistóricos descubiertos hace más de un siglo cerca de habitáculos humanos que datan de 10.000 años a. C., formando enormes amontonamientos. Los más importantes se hallaron en Dinamarca, por lo que se les dio el nombre de kokenmodingo, que en idioma danés significa "desperdicios de cocina". Se han hallado otros depósitos en Chile, África y Australia.