Los refugios para animales se están acicalando: las jaulas se han sustituido por atractivas habitaciones con sillones y tapetes. "Cuando uno tiene un lugar alegre y bien iluminado, entran más clientes", afirma Ed Sayres, presidente de la Asociación Protectora de Animales de Estados Unidos (ASPCA, por sus siglas en inglés). "Los perros y los gatos son más amigables. Sus niveles de estrés bajan y no están temerosos. Y cuando son encantadores y mimosos, uno tiene más adopciones". Se han fundado varios de estos refugios desde 1998 cuando se inauguró el primero en San Francisco. Sin embargo, a pesar de las pensiones de lujo, todavía hay animales callejeros en busca de un hogar.