Las cabras domésticas son animales rumiantes como los bovinos y ovinos, y gustan probar cosas nuevas, incluso latas y cajas de cartón para ver si se pueden comer.
Las cabras prefieren comer arbustos y malezas, a diferencia de las ovejas que gustan más de los pastos.
La alfalfa es su heno favorito, pero el moho puede hacer que una cabra enferme e incluso matarla, por lo que no se debe alimentar a una cabra con pasto con signos de moho.
A pesar de su reputación, las cabras no son basureras. Les gustan las cosas deliciosas, como el resto de nosotros, y no suelen comer cualquier alimento sucio o podrido.
Lo que sí hacen, sin embargo, es probar las cosas con sus labios sensibles para determinar si son comestibles o no. Probablemente de esta costumbre nació el mito de que las cabras comen cualquier cosa.