Las ardillas voladoras son mamíferos nocturnos que tienen cola mullida la que les ayuda a estabilizarse mientras planean. Son animales nativos de América del Norte y Europa.
Las ardillas voladoras en realidad no vuelan sino que planean como una especie de ala delta entre los árboles. La ardilla voladora para ello, utiliza un pliegue de piel en cada lado de su cuerpo que conecta sus brazos a sus patas traseras.
Saltando de la rama de un árbol y estirando sus patas permiten que los pliegues de la piel se conviertan en "alas", pero más parecidas a las de un aeroplano que a las de un pájaro. Una ardilla voladora utiliza su cola plana y ancha como timón y estabilizador.
Su trayectoria de vuelo comienza con un repentino salto hacia abajo para ganar velocidad, luego nivela su vuelo, y finalmente frena impulsando su cuerpo hacia atrás antes de aterrizar. Es una habilidad que no parece requerir mucha práctica: en el momento en que tienen seis semanas de edad las jóvenes ardillas pueden planear por su cuenta.