Algunas veces, los animales feroces y carnívoros, viven con otros más pequeños e indefensos, sin hacerles daño alguno. Quizá tengas en tu casa un gato que ha dejado de atacar a tus pájaros mimados, porque han obtenido utilidad de ellos.
Habitualmente los pájaros mimados se encuentran a salvo en sus jaulas, y el gato ha perdido interés en ellos porque se da cuenta de lo inútil que es tratar de cazarlos. Pero, en la naturaleza no hay jaulas protectoras. Sin embargo, algunas veces animales feroces e indefensos, pueden encontrarse viviendo juntos y en paz.
De pronto uno se encuentra que una feroz águila dorada y un estornino, mucho más pequeño e indefenso, comparten un reborde rocoso. Ambos tienen un nido en dicho lugar. De hecho, el intrépido estornino construyó su nido dentro del nido del gran pájaro de presa. Con todo, las familias del estornino y el águila siguen viviendo en paz. O más bien, como el gato y los pájaros, simplemente se ignoran entre sí. Desde luego, si el invierno fuera muy crudo y los conejos escasean...