A veces sucede en el campo, y una que otra vez en las ciudades, que son recogidos pajaritos que llevan alrededor de una patita, dos, tres o cuatro anillos de distinto color. ¿Qué significa? Que el ave es seguida, mientras se halla en libertad, durante un período de permanencia en una determinada región. En este caso, dado que un anillo normal no sería suficiente para reconocerla de lejos, sin necesidad de atraparla cada vez, se recurre a anillos de distinto color, de modo que a cada color corresponda un número; de la disposición de los anillos resulta el número que se le ha asignado al ave. Así, si por ejemplo, el blanco es 1, el rojo es 2 y el amarillo 3, la disposición blanco - rojo - amarillo significa que esa es el ave n° 123; la disposición rojo - blanco - amarillo indica el n° 213, etc. Con este método y con un buen catalejo, se puede seguir durante años la vida de un pájaro en una región, conocer todo sobre su existencia, y fotografiar los distintos momentos con una máquina fotográfica provista de un teleobjetivo.
No hace mucho tiempo en Inglaterra, usando el sistema de los anillos de color, los ornitólogos lograron descubrir el secreto del canto de algunos pájaros, entre los cuales está el petirrojo. Se ha puesto en claro que estos pájaros no cantan porque están contentos o por deleite; su canto es de "posesión": tiene por objeto, como habían intuido algunos zoólogos hace ya siglos, señalar a todos que el territorio donde se posa el cantor es de su propiedad y, por tanto, está reservado para él y prohibido a extraños.