Al cabo de un tiempo, de esta crisálida nace una mosca que recomienza el ciclo. La duración de los diferentes periodos es muy variable, según las latitudes, y puede ser de 20 días en lugares cálidos y húmedos hasta 40 ó 45 en zonas secas.
Son muy perjudiciales porque no tienen una fruta preferida. Las primeras moscas atacan a los damascos tempranos; la segunda generación, a los duraznos; luego a todas las frutas; en el verano atacan a los kakis y, finalmente, se dedican a las frutas cítricas. A esta especie americana se le ha agregado en algunos países de la América Latina la "mosca del Mediterráneo", posiblemente de origen africano, que tiene también bonitos colores, pero es una plaga temible de los frutales. En los E.U.A. apareció en el estado de Florida en 1929 y se adoptaron medidas tan severas, incluso con la cooperación del ejército, y se gastaron tantos millones de dólares, que a los 19 meses había desaparecido.